miércoles, 24 de marzo de 2010

Sin tí....

No sé si es la abstinencia de chocolate, el síndrome premenstrual o simplemente que necesito un abrazo, pero el caso es que las horas pasan y yo sigo sin poder dormir. Tengo en la cabeza un montón de cosas que me gustaría compartir contigo. Contarte como me siento con lo nuevo que me trae la vida. Con los muros con los que me encuentro y que tan difíciles resultan a veces. Decirte que echo en falta tus abrazos y como tus manos ásperas de tanto trabajar la madera, me apartaban el pelo de la cara. Incluso sé que secarías mas de una de mis lágrimas,ya sabes lo llorona que siempre he sido. Estoy convencida de que siempre tendrías la palabra adecuada para cada una de esas situaciones. Que sabrías sacarme una sonrisa como solo tú lo hacías. Adivino, que ahora que soy adulta, seríamos cómplices de muchas travesuras e incluso de mis historias de amor y desamores. No pararíamos de reír mientras abríamos las almendras con aquel martillo que no me dejabas coger de tu mesa de trabajo. Aquellos nudos marineros que tantas veces me repetiste, hoy serían fuente de muchas de mis ideas creativas. Cada Sábado te acompañaría a comprar aquellos bollos de leche que yo comía solo porque tú los traías. Ahora escribiría tus historias de marino, para nunca olvidarlas y guardarlas como un tesoro. Te contaría lo feliz que estoy con mi pitanguera y discutiríamos eso de que no se debe regar estando descalzo. Pelearíamos incluso por eso. Tantas cosas que hacer juntos y cuánto te echo de menos. Te quiero abuelo.

Firma final

domingo, 21 de marzo de 2010

Bésame dulcemente valiente.


Anteriormente ya había notado algo pero fue justo en aquel momento, rodeada de esculturas de mármol y bronce cuando realmente me dí cuenta. La estancia era fría. Como la de cualquier museo o sala de exposiciones. Pero yo sentía calor, me ruborizaba cuando me pillaba mirándole. Era una sensación extraña que me decía, "arriésgate, no hay nada que perder" pero al final siempre aparecía esa cobardía que me frenaba para finalmente no hacerlo.

Hoy leí una frase que automáticamente situé en mi mente y que cobró el sentido que yo quise darle. Bésame dúlcemente valiente. No lo dudé ni por un instante y, lo hice.
Firma final