domingo, 27 de marzo de 2011

Repasando sensaciones.

Hoy ha sido un día especial. He tenido las sensaciones a flor de piel. Me he percatado de ellas, las he disfrutado y analizado y me han hecho pensar.


Sensación nº1: Desayunando junto a un grupo de señoras jubiladas que hablaban de bolsos de Nice Things y Desigual no puede más que sonreír y pensar si yo, a su edad, también estaría sentada en una terraza disfrutando de una amistad de décadas frente a un café con leche y un dulce de mango y piña con sirope de frambuesa. A fecha de hoy resulta harto complicado buscar un hueco y cuadrar agendas. Quizás el quid de la cuestión será jubilarse para poder hacerlo.


Sensación nº2: Leyendo el periódico sobre los cambios en la educación que apuestan por una enseñanza orientada a competencias y en los que se enseñan y se practican conceptos como pensamiento paralelo o inteligencia emocional. Ojalá esos conceptos se desarrollaran en todos los colegios y qué pena que no se emplearan cuando yo estaba en el colegio. Sobra decir que quizás ni existían esos conceptos. Todo muy bonito pero con una pega, hay educadores y profesores que siguen apostando por las técnicas de la repetición y las toneladas de ejercicios, tarea para casa, en lugar de hacer pensar a los alumnos.


Sensación nº3: Solo una frase que me hizo recordar en que debemos de mantener una parte del niño que cada uno lleva dentro. Teatro infantil para niños con edades entre 0 y 100 años. Simplemente me sacó la sonrisa.


Sensación nº4: Entiendo que es un problema cultural o quizás de costumbre. ¿Qué hace una chica sola tomando una infusión en una cafetería un Domingo por la tarde?. Sensación de ser observada y de incluso llegar a molestar porque ocupas una mesa donde cabría más gente pero tú estás sola. ¡Pues que se sienten en mi mesa y la compartimos! Es curioso observar ese tipo de prejuicios en la gente porque tuve esa misma sensación dos veces.


Sensación nº5: La confesión más bonita que me han hecho en muchísimo tiempo. Es increíble lo que se puede decir y sentir en solo 1 minuto de conversación.


Sensación nº6: Los susurros entre paréntesis. ¡Los adoro!


Definitivamente. Hoy ha sido un gran día.


Firma final

lunes, 7 de marzo de 2011

Echo de menos....


... tantas y tantas cosas. A ti, que ahora estás lejos y no escucho tan de cuando en cuando tu voz y tus consejos. Echo de menos el caramel machiato del Starbucks. Echo de menos pasear cogida de la mano. Echo de menos los bombones de Ferrero Roché. Echo de menos el desayuno en la cama. Echo de menos poder contar con alguien cuando lo necesito y no cuando están disponibles. Echo de menos no echar de menos estas cosas. Echo de menos....
Y tú, ¿qué echas de menos?

Firma final

lunes, 10 de enero de 2011

One pic a day....

Este es mi proyecto para este año 2011. Sé que no será sencillo, pero es un propósito para todo un año. 365 fotos con los dispositivos que tenga a mano en cada momento. Cámara analógica, móvil, cámara reflex, lo que sea, pero intentar motivar mi imaginación, despertar el interés y educar mi ojo. Reconozco, que esta labor, también va a hacer que incremente mi constancia, pero entiendo que al ser esto un proyecto creativo, sin obligación y sin sacrificio (al menos de momento), no me costará mucho llevarlo hacia adelante. Ahí van las fotos que tengo hechas hasta el momento.

01.01.11 Gripazo


02.01.11 Wrapping


03.01.11


04.01.11


05.01.11 La Victoria

06.01.11 Red Shoes

07.01.11
08.01.1109.01.11 Tarde de Jenga
Y de momento, este es el resultado....

Firma final

martes, 30 de noviembre de 2010

My wish list.

Bueno, sé que ya soy mayorcita para estar pidiendo a sus majestades Los Reyes Magos de Oriente o incluso a Papá Noel, pero si yo hiciera una carta, sería la siguiente:

Cuando tenía 14 años, aprendí a escribir a máquina en una academia situada en la C/Castillo. Mi prima y yo íbamos juntas cada tarde. Las máquinas de escribir que usaban para enseñar a los novatos y que así cogieran fuerza en los dedos eran Underwood y Royal. Quizás por el recuerdo que tengo de esas tardes, de la profesora de mecanografía y de las charlas en esas clases, siempre he querido tener una así. Un sueño, pero de eso se encargan los 3 Reyes Magos, no?


Siguiendo con mi nueva afición fotográfica y viendo el resultado de los negativos de 35mm, algo más a añadir a esta carta es el adaptador para carretes de 35mm para mi Diana+ .... no puedo esperar un segundo para probarlo. :)

Tampoco estaría nada mal la funda para la cámara y la correa nueva, que la otra está casi rota. Es lo que tiene usar una cámara de fotos que casi recuerda a aquellas que vendían de pequeños en los puestos de chuches y que eran de pega. :)

Podría añadir eso de que he sido una chica buena y que he hecho todas las tareas y esas cosas que siempre se dicen, pero ¿colaría?

Besitos....
Firma final

jueves, 28 de octubre de 2010

Deberíamos venir de serie con un botón de reseteo. Uno que nos permita borrar todo lo anterior y dejarnos "limpios" para lo nuevo que llega permitiéndonos así recibir las nuevas experiencias sin temores y sin el miedo a "volverán a dañarme". Un botón de reseteo que nos permita tener la inocencia de empezar de nuevo sin malos rollos, sin quebraderos de cabeza, con el corazón abierto para quien lo quiera llenar. ¡Qué fácil sería todo!

Firma final

viernes, 1 de octubre de 2010

Cuentan que una vez.....

se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura como siempre tan loca, les propuso: ¿vamos a jugar a las escondidas?
La intriga levantó la ceja intrigada y la curiosidad sin poder contenerse preguntó: "a las escondidas ... y ¿eso cómo es?" "Es un juego - explicó la locura - en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego".

El entusiasmo bailó entusiasmado, secundado por la euforia, la alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La verdad prefirió no esconderse. ¿Para que? Si al final siempre la hallaban. Y la soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que la molestaba era que la idea no hubiera sido de ella) y la cobardía prefirió no arriesgarse.

Uno, dos, tres ... Comenzó a contar la locura. La primera en esconderse fue la pereza, que como siempre tan perezosa, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La fe subió al cielo y la envidia se escondió tras la sombra del triunfo que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol mas alto. La generosidad casi no alcanza a esconderse. Cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos. ¿Que si un lago cristalino? Ideal para la belleza. ¿Que si una rendija de un árbol? Perfecto para la timidez. ¿Que si el vuelo de una mariposa? Lo mejor para la voluptuosidad. ¿Que si una ráfaga de viento? Magnífico para la libertad .... Así terminó por acurrucarse en un rayito de sol. El egoísmo en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio: airado, cómodo, pero solo para él. La mentira se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arcoiris) y la pasión y el deseo en el centro de los volcanes. El olvido ... se me olvidó donde se escondió el olvido.. pero eso no es lo más importante.

Cuando la locura contaba 999.999 el amor aun no había encontrado sitio para esconderse, pues todo lo encontraba ocupado ... Hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores. Un millón contó la locura y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la pereza, a sólo tres pasos detrás de una piedra. Después escuchó a la fe hablando con Dios en el cielo con convicción, y la pasión y el deseo los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la envidia y claro pudo deducir donde estaba el triunfo. Al egoísmo no tuvo ni que buscarlo: el solito salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la belleza. Con la duda, resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca, sin decidir aun de que lado esconderse. Así fue encontrando a todos, al talento entre la hierba fresca, a la angustia en una oscura cueva, a la mentira detrás del arcoiris (mentira , si estaba en el fondo del mar) y hasta al olvido que ya se había olvidado que estaba jugando a las escondidas. Pero sólo el amor no aparecía en ningún sitio. La locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyito del planeta, en cada cima de las montañas y cuando estaba al darse por vencida, divisó un rosal y pensó: el amor como siempre tan cursi, seguro se escondió entre las rosas. Tomó una horquilla y comenzó a mover unas ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al amor. la locura no sabía que hacer para disculparse: lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces, desde que por primera vez se jugó en la tierra a las escondidas, el amor es ciego y la locura siempre lo acompaña.

Firma final