No sé por qué sucede, pero siempre vienes a mi mente cuando menos lo espero y cuando más "indefensa" me siento.
Esta mañana al levantarme de la cama, la lámpara de nácar del techo tintineó con ese dulce ruidito que tanto te gustaba. Automáticamente mi mente se fue a esos momentos en los que acurrucados entre las sábanas de mi cama, me relatabas tus historias. Tus viajes por India, Tailandia, Malasia, dónde más de una vez encontrabas nácar en la playa.
Hoy estas en Tokyo. En unas vacaciones de escapada Post-Navideña, de escapada Post-Estrés y quizás hasta de escapada de ti mismo y de todas esas cosas que tanto miedo te dan y de las que omites hablar. A mí también me gustaría poder escapar así. Escapar de que tus recuerdos vengan a mi mente cuando yo no quiero y escapar de lo que aún siento, aunque lo niegue...
Esta mañana al levantarme de la cama, la lámpara de nácar del techo tintineó con ese dulce ruidito que tanto te gustaba. Automáticamente mi mente se fue a esos momentos en los que acurrucados entre las sábanas de mi cama, me relatabas tus historias. Tus viajes por India, Tailandia, Malasia, dónde más de una vez encontrabas nácar en la playa.
Hoy estas en Tokyo. En unas vacaciones de escapada Post-Navideña, de escapada Post-Estrés y quizás hasta de escapada de ti mismo y de todas esas cosas que tanto miedo te dan y de las que omites hablar. A mí también me gustaría poder escapar así. Escapar de que tus recuerdos vengan a mi mente cuando yo no quiero y escapar de lo que aún siento, aunque lo niegue...