viernes, 30 de julio de 2010

Siempre he escuchado una frase que dice que no se puede conocer a alguien del todo. Ahora más que nunca pienso que es completamente cierta.

Ha sido una semana complicada para mí de manera personal. Un compañero de trabajo ha fallecido y como me decía un amigo el otro día, es extraño decir que para mí era como de la familia. Un cascarrabias casi de la familia, pero al fin y al cabo alguien a quien coges cariño por muchos motivos. Me he visto en la obligación de tomar algunas responsabilidades que me corresponden, quizás por competencia, o quizás porque era mejor que yo lo hiciera. Comunicar una mala noticia no es sencillo. No sé como lo harán los médicos cuando comunican a los familiares de los pacientes malas noticias. Yo solo puedo decir como lo hice yo. Intenté hacerlo desde el cariño, sin que se me notara que la lágrima se me escapaba e intentando no dar información ambigua al respecto. Esa parte, sin duda fue difícil pero...más difícil fue escuchar la reacción de la persona que tenía al otro lado del teléfono. Solo puedo decir que me sentí llena de rabia frente a lo que estaba oyendo. Una actitud sin ningún tipo de sentimiento de tristeza, pena o lo que fuera. Totalmente ausente de contenido y no porque fuese un shock aino simplemente porque no lo había. Un sentimiento de tristeza absoluta para mí.

Firma final

viernes, 9 de julio de 2010

De regreso al pasado.

Hace unos días, aprovechando un ciclo de música de cine que dan en mi ciudad, volví a ver E.T. Tenía muchas ganas de experimentar de nuevo la sensación, décadas después. La primera vez que vi ésta película fue en el estreno. Mi tía, nos llevó a mis primos, a mi hermano y a mí a verla. Todos juntos al cine. Recuerdo que mi hermano y yo estábamos un poco a disgusto, los domingos ponían Ulises 31 y claro, eso no se puede dejar de ver. Aunque dicho sea de paso, nunca supe cómo acabaron las historias de Ulises, Telémaco y Nono. Realmente yo era tan pequeña que no recuerdo la sensación exacta que tuve al ver la película, pero sí que cuando recuerdo la peli, la veo anunciada o escucho su música, algo se me remueve por dentro transportándome a una infancia feliz. Ahora, muchísimos años después, décadas, disfruté de la película igual que si fuera niña. Lloré y me emocioné. En la sala un papá llevó a su hijo, de unos 5 años, a ver la película. Supongo que es algo que forma parte de las ganas de compartir con tu hijo algo que a tí, a su edad, te gustó y no te dejó indiferente. De esta forma, gracias a ese padre y ese hijo, yo pude observar e imaginar lo que yo tuve que sentir a su edad descubriendo a E.T.



Firma final



Besos

Y allí estaba yo, anhelando robarte un beso. Siendo capaz de seguir la conversación aunque en ese preciso momento solo pudiera pensar en que te hubiera comido a besos. Dejando llevar la imaginación a sentirme rodeada por tus brazos, deseada y colmada de besos.

Así que siguiendo esta sensanción y puesto que me gusta el arte y estos besos sí que los puedo robar, ahí va una selección de los que más me gustan.....

Gustav Klimt - El beso

Francois Bouche - El beso robado

Francesco Hayez - El Beso

Théodore Géricault - El Beso

Toulouse-Lautrec - Dans le lit, le baiser

Eduardo Vicente - El beso


Firma final