Ayer en un momento de debilidad, saqué a relucir mis ojos verdes y ya casi no pude parar. Me faltaba esa chispita que siempre te hace pensar y que siendo como soy, hace que alguna lágrima ruede en mis mejillas. Y es que al fin y al cabo siempre hay algo que te hace replantearte las cosas como las vives, las sientes, las disfrutas, las saboreas…. Ufff tantos y tantos adjetivos para definir cómo pasa el tiempo. Pero la realidad es que el tiempo pasa y pasa siempre dejándome la duda de porqué las cosas funcionan como funcionan y si soy yo la que pone “pegas” a mirar un poco más allá de lo que se me presenta. Será que tengo miedo. Será que me aterra dejar de sentir lo que ahora siento. Será que me aterroriza la posibilidad de perder el control sobre mis acciones, mi pensamiento y mi vida. Las escusas son varias, desde la más inocente a la más rebuscada. Pero al fin y al cabo excusas.
Ayer, en ese momento de debilidad tu confianza me enseñó que es solo una tontería. Que “Parece que va a llover” y que ese lastre se diluirá en el agua. ¿Alguien sabe cuál es la danza de la lluvia?. Se recompensará.
Mil besos, chiquititos, chiquititos, chiquititos.
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