martes, 8 de abril de 2008

¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?

Cuando vuelves la vista atrás, es bonito recordar cómo fueron las cosas. En tu niñez, en tu adolescencia, el primer amor y su consiguiente desengaño, el primer trabajo y todas las cosas que de algún modo te van marcando en la vida.
El sábado estuve en casa de mis padres “rebuscando” en los cajones y encontré bonitos recuerdos. Es agradable recordar la gente que ha pasado por tu vida, algunos para quedarse, con sus cartas, sus postales, sus fotos y la historia que todo esto cuenta.
Con las cartas de amor de mi primer novio recordé esos momentos tan dulces de inocencia. En la que todo nos parecía para TODA la vida.
También encontré esas notas que Malén y yo nos pasábamos en clase aprovechando las hojas de los partes de asistencia en las clases de Matemáticas… ¡Qué de secretos guardados en poquita líneas! Siempre lo hacíamos a escondidas, porque aquella profesora con cara de malas pulgas y zapatos rojos con gran lazo estilo “El Mago de OZ” nos tenía ya caladas. Jajajaaj.
Las pequeñas cositas que guardaba para recordar momentos. Flores secas del primer ramo que me regalaron con su correspondiente tarjeta. Una cinta de perfume. Alguna piedrecilla de playa… y muchas tonterías más.
Con esa costumbre de guardar y almacenar recuerdos también se encuentran cosas que te ratifican que el tiempo y las cosas cambian y que por muy bonitos recuerdos que uno tenga, cualquier tiempo pasado NO fue mejor.
Ahora la vida, incluso con alguna carencia, me sonríe. Tengo todo lo que necesito y me siento afortunada. Y no me refiero solamente a las cosas materiales. Los cambios son siempre buenos y como se dice por ahí, cuando se toca fondo ya solo se puede subir, así que… recuérdalo y no lo olvides que esto va especialmente para TI.
Muchos besos.

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